Disco del mes: Los Nikis

Como habíamos conseguido editar tres números en tres meses con relativa soltura, ya nos veíamos como una revista seria y hasta teníamos «disco del mes«. En Abril de 1982 este rutilante honor correspondió al segundo EP de Los Nikis

En los últimos 30 años no he conseguido conocer a nadie que se llamara Ernesto, Luis Enrique o Aurelio sin que me entrara la risa. Los Nikis escribieron su nombre con letras doradas en nuestro particular Hall of Fame aquellos agitados días. Dejaron boquiabierto al personal con su propuesta ramoniana casi minimalista, su galería de personajes  y con algunos de los mejores conciertos que se recuerdan. Francamente no recuerdo si sonaban bien o mal, pero sí estoy seguro de que sonaban rápido y fuerte, dos valores seguros. Y luego estaban las letras, que no tenían desperdicio.

Con el tiempo parte de sus canciones se convirtieron en standards, ruido de fondo obligado de baretos varios y hasta en una boda les escuché el otro día, entre la Macarena y esa versión de I Will Survive cantada por los remeros del Volga que cae siempre. Incluso hay una que fue adoptada como himno por recuas de fachas descerebrados, lo que son las cosas. Está muy bien la biografía de Marín Deciso de lafonoteca.net, para el que quiera profundizar.

Precisamente nuestra única incursión en los medios digamos convencionales, tuvo como involuntarios protagonistas a los Ramones  de Algete: nos ofrecieron la oportunidad de colaborar en el programa Las Calles de Babilonia, que dirigía Moncho Alpuente y en el que colaboraba Merche Yoyoba, en Antena 3, que por aquel entonces era una radio. No recuerdo muy bien cuál era la idea, pero nos convocaron en el estudio de la calle Oquendo para una especie de prueba. Allí nos presentamos con nuestros discos, y cuando el productor de la radio escuchó el de los Nikis nos dijo que algo que sonaba tan mal no lo podían poner, una auténtica blasfemia, oiga. Y allí acabó nuestro brillante paso por la emisora, nunca más nos volvieron a convocar…

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13 comentarios

  1. Holden

     /  May 15, 2012

    No tengo ni idea cómo he llegado hasta aquí. Zapping, supongo.

    La última vez que vi a Javier, si no me equivoco, fue en el concierto de New Order en el Palacio de los Deportes. Bastante malo, el concierto; I mean. Recuerdo que su hermano tenía un Simca 1000-¿o era un Opel Corsa?- que nos dejó tirados más de una vez. De Kiko, si mis neuronas no me traicionan, mi último recuerdo de él fue en la Calle de Serrano, unos días antes de pirarme para Australia, a principios de 1988. Fue un encuentro frío, como si no tuviéramos mucho que decirnos, después de todo lo que compartimos en aquellos maravillosos años a principios de los 80.

    A Beatriz, la última vez que la vi creo que sería que sería en el 91 ó 92 en compañía de de Isabel, a la que tampoco he visto desde entonces. Del resto de heterogéneos compañeros de Moulisnart ni rastro desde el 84 – 85.

    En Australia compatibilicé mi trabajo cotidiano con otra movida: Raving; y aunque los primeros años 90 también fueron divertidos, no se pueden comparar con los que pasamos diez años antes.

    Desde el 93 vivo en México, happily married, y con tres soles que nacieron hace un par de años. Y no, no paso los días jugando a la petanca, como Olaf el Vikingo.

    Y sí, hostias, soy Enrique Sauer.

    Abrazos

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  2. Holden

     /  May 15, 2012

    Después de dejar un comentario kilométrico, el pinche ciber espacio se lo ha tragado.

    Venía a decir, más o menos, que la última vez que vi a Javier fue en el concierto de New Order en el Palacio de los Deportes. Bastante malo, el concierto; I mean. Decía también que mi último recuerdo de Kiko data de principios de 1988, unos días antes de pirarme hacia Australia, cuando nos cruzamos en la Calle de Serrano, en un día frío, como nuestro encuentro. Parecía que después de todo lo que compartimos a principios de aquella década, ya no teníamos mucho de qué hablar.

    A Beatriz y a Isabel no las he vuelto a ver desde el 92 ó 93. Y del resto de nuestros heterogéneos compañeros de Ediciones Moulinsart mis recuerdos no van más allá del 83 o el 84. Quizás se los haya tragado la tierra.

    En Australia, donde viví cinco maravillosos años, compatibilicé mi trabajo de 9 a 5 con otra movida: raving; y aunque esos primeros años de los 90 fueron muy divertidos, no admiten comparación con los de diez años antes.

    Desde el 93 estoy en México, happily married, y con tres soles que nacieron hace un par de años. Y, al contrario que Olaf el Vikingo, todavía no me paso el día jugando a la petanca.

    Y sí, hostias, soy Enrique Sauer.

    Abrazos

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  3. Holden

     /  May 15, 2012

    Misterios del ciber espacio. O de Kiko.

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  4. Coño Sauer, dichosos los ojos. Disculpa que no hayan aparecido los comentarios ipso facto, necesitan moderación y no me conecté hasta ahorita. Hoy es el día de San Isidro y Javier y yo tenemos un grupo de versiones de los Ramones al organillo, comprenderás que estamos en temporada alta.
    Conste que te hemos estado intentando localizar. Javier encontró una foto tuya en un blog mexicano, vestido de negro as usual, y al lado de un señor que parecía el gordo de Megaupload. Mandó un mensaje pero la señorita blogger ni mu dijo.
    También te invocamos, sin éxito, en este post:

    La onda siniestra


    Yo también me acuerdo del encuentro en la calle Serrano, lamento haber estado soso, me temo que iría como puta por rastrojo, cosa muy habitual en mi.
    Bueno, pues por aquí estamos, reeditando el fanzine. Ni que decir tiene que si te apetece escribir estás en tu derecho, ahora vamos a postear el monográfico de Joy Division del que me temo eres el principal culpable, y nos vendría muy bien tu florida prosa.
    Lo dicho, aquí nos tienes. Un abrazo fuerte
    K

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  5. Holden

     /  May 16, 2012

    Kiko:

    He estado repasando los anteriores posts y recorriendo “memory lane” arriba y abajo con ellos. Muchos recuerdos no parecen haber pasado el filtro del tiempo y son tan vívidos como si hubieran acontecido hace escasas semanas. Otros, sin embargo, me temo que están entremezclados. Por ejemplo, nuestro viaje a Londres con Luis Fundación (¿sabes algo de él?). Si recuerdas, fui dos años seguidos a la capital de la Pérfida Albión: la primera sólo con Luis y la segunda los tres juntos. En mi caso, y al no tener ni un trabajo, ni un familiar en Iberia, el premio que tuve que pagar fue un pedazo de mi particular Rosebud: mi colección de tebeos del Capitán Trueno. No me arrepiento.

    Tengo mezclados los recuerdos y los conciertos de ambos viajes. Recuerdo que nada más llegar al aeropuerto salimos corriendo a ver a Killing Joke, que tocaban ese día. Si no me equivoco, allí nos encontramos con otros conocidos madrileños (npi quiénes eran) En realidad conocíamos a mucha gente y al mismo tiempo no conocíamos a nadie. Ningún intento de filosofía en mi última frase, tan solo una descripción de la realidad.

    Creo que al concierto de Killing Joke tú no llegaste a entrar y te quedaste de palique en la puerta con alguien. Tampoco recuerdo si fue en tu viaje cuando vimos a Aztec Camera-¿pudo ser en el London School of Economics o estoy flipando?- y aquella actuación sorpresa de los Jam en el Hammersmith Odeon, que hubiera hecho las delicias de Javier. También recuerdo haber visto a los Southern Death Cult antes de convertirse en un grupo de rock hortera bajo el nombre de The Cult.

    ¿Recuerdas a qué otros grupos vimos? A Bauhaus creo que fue en mi primer viaje Además, no te imagino dando botes con los chicos de Peter Murphy.

    Lo que no he olvidado, por ejemplo, es que en el vuelo de regreso a Madrid, en uno de aquellos cacharros de Aviaco dignos de una viñeta de Anacleto, viajaba con nosotros Siouxsie con sus Banshees, el mismo día en que España se volvió socialista, allá en un lejano Octubre de 1982. Creo que todavía tengo la copia del New Musical Express firmada por ella. Eso sí, voy a tener que hacer alguna obra en mi casa para encontrar la revista.

    Bueno, pues eso, un placer haberos reencontrado. Y algo escribiré, incluso de Ian Curtis, si se tercia. Supongo que algún post versará sobre la fiesta de despedida de Ediciones Moulinsart en el Marquee y nuestro tour de entrevistas en la radio.

    Abrazos

    Enrique

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  6. Holden

     /  May 16, 2012

    Y por cierto, recuerdo perfectamente nuestro pretendido desembarco mainstream en Antena 3 en el programa de Moncho Alpuente. Yo llevaba unos discos de Eyeless in Gaza y de Magazine, además de otro- no sé si de Durruti Column- que pusimos como sonido de fondo para nuestro casting. Juraría que era un sábado, excesivamente temprano por la mañana. Creo que fue a José María García al que no le gustó lo de los Nikis.

    Otro día hablamos de las visitas a Carlos Tena, Julio Ruiz y Rafael Abitbol, que son las que me acuerdo.

    By the way, what ever happened to Gonzalo Garrido?

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    • … Gonzalo Garrido ha estado de DJ en el Honky Tonk desde el siglo pasado, desconozco si hace algo más, radio no hasta donde yo sé.
      Mándanos un mail a edicionesmoulinsart@gmail.com y ya te damos todos los detalles escabrosos, el «plan de la obra», las claves de acceso etc.
      También estamos en Facebook, Twitter y demás purria
      Abrazo
      K

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  7. Ay que recuerdos, el primer LP que me compre fue el «Marines a pleno sol». Tan grande, tan Verde, tan brillante. Viajando en su bolsa de Discoplay acompañando al «Born in the USA» de Bruce Springsteen, y el «Like I Virgin» de Madonna…. Ecléctico que es uno desde pequeñito…

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  8. Javier

     /  May 18, 2012

    Querido Enrique:

    ¡Qué hermoso menage-a-trois- de la redacción de Moulinsart!

    Todavía recuerdo el día del concierto de New Order, Long Ryders y Aviador Dro. Cuando preguntabas a alguien por quién había venido, lo mejor era decir que por el Aviador. Yo estaba un poco afectado ese día porque Carlos Entrena me dijo que un amigo común se había suicidado.

    El día de Antena 3, quien nos interrumpió fue Hermida, y quien nos vetó por ruidosos fue Gonzalo García Pelayo, a la sazón director de programación en aquella época.

    Sostenía que había que mantener no-sé-qué cuota de música española, incluyendo a María Jiménez (o Neo-Jurado según chiste de Kiko) o a la orquesta aquella que cantaba lo de la vaca lechera y otras horteradas.

    Lo que no recuerdo es quién dijo que lo de los Nikis sonaba fatal, aunque creo que un técnico.

    Después nos fuimos con los Radio Futura a tomar cañas al bar cutre que había en la glorieta de López de Hoyos y nos pasamos toda la mañana (bastante larga) dedicados al noble deporte de la barra fija.

    Te mando un super abrazo, deseando tomar unas cuantas cañas (aunque sean cibernéticas) contigo.

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  9. Holden

     /  May 18, 2012

    Hola Javier:

    Como dicen por estas tierras: «que gusto saber de ti»

    Recuerdo aquellas cañas con los Auseron y compañía, aunque no asociadas con nuestra visita a Antena 3. Si no me equivoco, la conversación transcurrió entre menciones a Mink Deville, Wittgenstein e Hispavox. Y sí, el bar era tan cutre, que hacía parecer a los de Padre Xifre como modernos gastrobares.

    Un abrazo y luego os escribo un correo.

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